viernes, 24 de junio de 2016

El sol de verano


Este soneto resume mis pensamientos cuando camino por las calles de Albacete en verano.

Sol, grandioso y poderoso tirano
dotado de espíritu destructor.
Esparciendo tu insufrible calor
la tierra abrasas durante el verano.

¡Yo te imploro!, ardiente dios lejano.
No puedo aguantar más todo este horror.
Líbrame del permanente sopor,
tu que eres de los cielos soberano.

Miro hacia arriba con gran impotencia,
todopoderoso rey, astro inerte
pido una tregua, ruego tu clemencia.

¡No me abandones a mi fatal suerte!
Pero ya está dictada la sentencia,
mi destino es una asfixiante muerte.

No hay comentarios:

Publicar un comentario